Cuando creamos un nuevo sitio web o blog con WordPress, debemos decidir cuál será la apariencia visual y la disposición y funcionalidad de los diversos elementos de sus páginas, como los menús, las barras laterales o la cabecera, entre otros.
Como gestor de contenidos avanzado, WordPress gestiona por separado el contenido y el diseño gráfico de un sitio web. Gracias a esta separación, es posible modificar cambiar el diseño sin necesidad de reeditar o modificar el contenido principal de una página.
De igualmente forma, también se puede editar este contenido sin tener que pensar en cuestiones del diseño de la página web, excepto los relativos a la maquetación del propio contenido (como tipos de letras, uso de listas, etc).
Gracias a esta característica, usuarios sin conocimientos de diseño web ni HTML/CSS pueden crear fácilmente un sitio web visualmente atractivo y bien organizado a partir de un conjunto de plantillas predefinidas, conocido como temas WordPress (del inglés “themes”).
En este artículo, trataremos dos de los aspectos más importantes en lo que a temas se refiere, sin entrar en cuestiones técnicas: qué debemos valorar para elegir un tema WordPress para una web, y cómo instalar temas en WordPress.
También veremos el impacto que un tema o plantilla WordPress puede tener en el posicionamiento SEO y cómo podemos aprovechar una característica de la gestión de temas en WordPress, los temas hijo (“child themes”), para facilitar el mantenimiento del sitio web en el futuro.
Antes de empezar, un inciso importante. En efecto, los temas WordPress facilitan enormemente la creación de un sitio web, pero esto no evita que debamos elegir cuidadosamente el tema que utilizaremos en función de nuestras necesidades y objetivos.
No hacerlo puede significar que instalemos un tema que, en poco tiempo, resulte insuficiente o inadecuado para la funcionalidad o características que queremos disponer en el sitio web.
¿Qué es un tema WordPress?
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Podemos definir qué es un tema o plantilla WordPress desde dos perspectivas.
Una, la puramente técnica, definiría un tema como un conjunto de ficheros que se copian o instalan dentro de la estructura de ficheros de WordPress y que modifican el funcionamiento del gestor de contenidos.
Estos ficheros normalmente estarán escritos en PHP, el lenguaje de programación con el que está desarrollado WordPress, y cumplen una serie de normas para poder integrarse e interactuar con WordPress.
Adicionalmente, suele incluir ficheros con otros lenguajes o códigos, como hojas de estilo CSS, scripts en JavaScript, páginas HTML o incluso imágenes y otros recursos.
Sin embargo, la versatilidad, flexibilidad y potencia de WordPress hace innecesario que el usuario medio de este gestor tenga que ser consciente de toda ese “entramado” técnico que hace funcionar a un tema. De la misma forma que un conductor no necesita saber cómo funciona un motor de combustión para arrancar y conducir su coche.
La segunda definición, mucho más útil para un usuario, se centra en el aspecto funcional y práctico de los temas WordPress.
Así, un tema WordPress se podría ver como un componente que se instala en WordPress y que, una vez activado, proporciona nuevas características y opciones funcionales, de diseño y de configuración al gestor de contenidos. Esta definición contempla los elementos que ya hemos ido viendo:
- Desde el aspecto de diseño web, los temas determinan la apariencia visual que tendrá un sitio, así como la disposición y organización de diversos elementos estructurales, como menús, barras laterales, cabeceras, footers o bloques funcionales (“widgets”).
Normalmente, el usuario solo necesitará configurar dichos elementos (por ejemplo, colores, tipos de letra, la organización del menú o las imágenes de la cabecera y el footer) para personalizar el sitio web en función de sus necesidades y gustos. - Desde el aspecto funcional, los temas incluyen funcionalidades adicionales que no están contempladas de fábrica en el gestor de contenidos y que mejoran, por un lado, la experiencia de usuario (con más posibilidades de interacción).
Y, por otro lado, facilitan o potencian la gestión del sitio web, especialmente cuando éste tenga gran número de páginas.
La versatilidad y potencia de las plantillas WordPress permite que se puedan construir webs de todo tipo, como sitios corporativos, tiendas online, gestores documentales o especializados para periódicos o revistas digitales.
Esta definición incluye un aspecto importante de los temas: un tema no solo debe instalarse en WordPress, sino que también debe activarse.
Gracias a esta característica, podemos instalar varios temas pero sólo uno de ellos estará operativo y visible, mientras que podemos experimentar con otros temas. Por ejemplo, para ver sus posibilidades de configuración o cómo se vería en el navegador, pero sin afectar ni interferir con el tema activo en ese momento.
¿Por qué es tan importante elegir un buen tema WordPress?
Esta versatilidad de WordPress y los temas puede convertirse en un arma de doble filo: al ser tan fácil cambiar de tema, podemos caer en la tentación de elegir el primero que nos “entre” por los ojos, sin pararnos en ver detalles más concretos.
Podemos pensar que, al ser tan “fácil” instalar y cambiar de tema, si el que hemos elegido no nos gusta con el tiempo, tan solo tendremos que buscar y elegir otro tema, instalarlo, activarlo y todo resuelto.
Sin embargo, la realidad no es tan sencilla, especialmente cuando el sitio web ya lleva un rodaje con un tema y, sobre todo, lo hemos ido adaptando, configurando o personalizando según nuestras necesidades.
Si bien es cierto que la visualización y apariencia del contenido principal no se verá afectado por el cambio de tema, hay otras zonas y elementos del sitio web que sí resultarán alterados:
- Los Widgets del tema anterior dejarán de estar disponibles y, aun cuando el nuevo tema tuviera otros similares, habría que configurarlos, puesto que son específicos de cada tema.
- Normalmente, cada tema recomienda unas dimensiones para las imágenes, según la posición donde se ubiquen. Cambiar de tema puede hacer que estas imágenes salgan distorsionadas o recortadas.
- Quizás sea necesario revisar los plugins que estén instalados para adaptarlos y configurarlos a las características del nuevo tema. Incluso puede surgir alguna incompatibilidad y haya que cambiar de plugins.
- En el caso de sitios webs más avanzados o complejos, con código personalizado, probablemente tengamos que revisar gran parte de este código, para asegurar que sigue funcionando y no produce ningún efecto adverso con el nuevo tema.
- Lo mismo se aplica para cualquier personalización que se hubiera hecho en el diseño del tema anterior, mediante hojas de estilo, código HTML o scripts: habría que revisarlo y adaptarlo al nuevo tema.
Es decir, WordPress nos ofrece una herramienta muy potente, los temas, para configurar y personalizar sitios webs, y aunque se pueda cambiar en cualquier momento, casi siempre irá asociado con algún coste y esfuerzo.
Por tanto, debemos ser muy cuidados y metódicos a la hora de analizar y elegir un tema, para evitar que nos tengamos que arrepentir pasados varios meses y entonces tengamos que rehacer parte del trabajo.
¿Para qué sirven los temas hijos en WordPress?
Habitualmente, sobre todo para sitios webs pequeños y medianos, un buen tema elegido a conciencia proporciona lo suficiente para construir ese sitio con todos los elementos que consideramos necesarios.
Sin embargo, en ocasiones puede que tengamos que hacer pequeñas personalizaciones del tema, cambiando algún aspecto funcional o de diseño de sus elementos. Por ejemplo, que el menú se despliegue hacia un lado en vez de hacia abajo, o cambiar la disposición de las imágenes en las barras laterales.
Aunque existe la posibilidad de seguir buscando un tema que tenga esa característica o funcionalidad, seguramente esos temas no tengan otras características que sí tenía el tema original, con lo que seguiríamos igual que al principio.
En este caso, la solución pasa por personalizar el tema modificando su código (es decir, los ficheros de que consta el tema cuando se instala) para incorporar esa nueva funcionalidad, comportamiento o diseño.
Sin embargo, modificar el código de un tema conlleva una grave inconveniente: cualquier actualización futura por parte del proveedor del tema hará que se sobrescriban y, por tanto, se pierdan estos cambios.
Esto nos deja en una situación comprometida: o no incorporamos esa personalización al tema o no podemos actualizar el tema cuando el proveedor suministre una nueva actualización.
Afortunadamente, dado que es bastante frecuente que se hagan adaptaciones o personalizaciones al código de un tema, WordPress permite la posibilidad de crear temas hijo.
Un tema hijo no es otra cosa que una extensión del tema instalado, que llamaremos tema padre, para personalizar el código del tema padre sin modificar sus ficheros, sino en ficheros almacenados por separado del tema padre.
De esta forma, las actualizaciones del tema padre no afectarán a los ficheros del tema hijo y seguiremos disponiendo de esas personalizaciones.
En realidad, el proceso puede ser un poco más complejo, en función del alcance de las personalizaciones pero, en cualquier caso, siempre será mucho más sencillo que reescribir las personalizaciones y mucho mejor que quedarse con un tema que podríamos actualizar para no perder esas personalizaciones.
Por este motivo, una vez instalado un tema en un nuevo sitio web WordPress, el siguiente paso debería ser crear un tema hijo y activarlo, aunque no lo vayamos a utilizar inicialmente.
Tener un tema hijo no consume recursos ni supone una sobrecarga para el gestor de contenidos. Así, cuando lo necesitemos (puede ser algo tan sencillo como cambiar unos estilos), ya tendremos ese paso hecho y será más difícil caer en la tentación de modificar el tema padre.
¿Un tema WordPress puede afectar al SEO?
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Un tema WordPress determina cómo se verá y se presentará un sitio web a través del navegador. Por tanto, podemos preguntarnos si puede afectar de alguna forma al posicionamiento orgánico de una página web generada con ese tema.
La respuesta es afirmativa, como cabía esperar. Dado que el tema genera el código HTML, hojas de estilo, scripts Javascript y otros recursos de una página web, si no lo hace con unos requisitos mínimos de calidad, puede complicar su posicionamiento.
A continuación, se describe cómo un tema WordPress puede afectar al SEO de una página web:
- Código eficiente y optimizado. Como hemos visto, un tema no es más que un conjunto de ficheros que se integra con el núcleo de WordPress, con el código necesario para “dar forma y función” al tema.
Si este código no está optimizado, puede alargar el tiempo de carga de las páginas web, reduciendo la velocidad de navegación y, en consecuencia, perjudicando al SEO. - Código bloqueante en las páginas web. El código bloqueante, sea por hojas de estilo o por scripts, obliga a que se descarguen todos los recursos de una página web antes de que se pueda mostrar en el navegador. Esto significa que el usuario tiene que esperar más tiempo a que se muestre la parte superior de la página (la primera que se muestra en el navegador).
- Marcado de datos estructurados. Los datos estructurados permiten identificar las distintas partes del contenido. Por ejemplo, quién es el autor de un artículo, su fecha de publicación o, en páginas corporativas, la dirección postal de una empresa o su teléfono de contacto. Google utiliza esta información para generar los fragmentos enriquecidos (“rich snippets”) pero, si el tema no los incluye, perderemos esta oportunidad de posicionamiento.
- Versión móvil inexistente o poco cuidada. Los usuarios, cada vez más, utilizan los móviles en sus búsquedas. Si un tema no tiene un diseño responsivo, que se adapta a los distintos tamaños de pantalla, o éste no está optimizado para pantallas pequeñas, provocará una mala experiencia de usuario que, inevitablemente, afectará negativamente al posicionamiento.
- Sobrecarga de funcionalidades extra. Muchas veces, los temas incluyen gran cantidad de funciones para, en teoría, facilitar la vida del usuario. Sin embargo, tantas funciones y utilidades complican el código del tema y pueden reducir la velocidad de navegación. Suele ser mejor opción disponer de un tema sin tantas opciones y utilizar plugins que proporcionen solamente aquellas que sí utilizaremos.
- Utilización de etiquetas H1-H3 en los widgets. El texto de las etiquetas H1-H3 tiene relevancia en el posicionamiento orgánico puesto que permite identificar las palabras clave y la temática del contenido. Por lo general, los widgets deberían utilizar etiquetas a partir de H4, para no interferir con nuestra estrategia de posicionamiento. Otra posibilidad es que el tema permita configurarlas.
Como vemos, son muchos los factores de un tema que pueden perjudicar el posicionamiento orgánico de un sitio web.
Por tanto, cuando estemos buscando un tema, también debemos analizar los problemas que pueda tener a este respecto; por ejemplo, leyendo los comentarios de los usuarios en los foros de soporte.
Cómo elegir un tema WordPress
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Ahora que sabemos qué es un tema, para qué sirve y cómo puede afectar al posicionamiento, llega el momento de elegir un tema entre la enorme variedad disponibles a través de los principales desarrolladores de temas.
Como hemos dicho, aunque podemos cambiar de tema en cualquier momento, siempre hay un trabajo adicional para configurar o personalizar un tema a nuestro gusto. Lo que ahora dediquemos a elegir el mejor tema WordPress nos evitará trastornos en el futuro.
En esta sección vamos a describir qué factores o aspectos debemos tener en cuenta a la hora de evaluar la idoneidad de un tema para nuestra web.
1. Realizar un esquema de cómo queremos la web
Es decir, qué información y estructura queremos mostrar en el sitio web. Un buen punto de referencia suele ser navegar por otros sitios web similares, para coger ideas y ver las tendencias actuales en diseño y navegación.
Otra posible fuente de información son los repositorio de temas o “marketplaces”, como themeforest o elegant themes, que organizan los temas según sus funcionalidades y características.
Normalmente, los desarrolladores ofrecen una web demo navegable con sus temas, lo que nos permiten comprobar todas sus posibilidades y ayudarnos a crear el esquema para nuestra web.
2. Temas Premium versus Gratuitos
Utilizar un tema gratuito puede ser muy tentados: ¡sale gratis! Pero lo barato suele salir caro a la larga. Sobre todo a medida que el sitio web crece y queremos incorporar nuevas características o funciones.
Por otro lado, los temas suelen ser bastante económicos (entre 50 y 70 euros, la mayoría), por lo que no suponen un fuerte desembolso.
Además, los desarrolladores suelen ofrecer una versión gratuita de sus temas, con menos funcionalidades, pero suficientes para una web básica. Por tanto, podemos utilizarlas y, si nos convence, adquirir la versión profesional o Premium.
3. Diseño responsivo y soporte de datos estructurados
Ya hemos mencionado antes la importancia en el posicionamiento SEO de que el tema se vea perfectamente tanto en las pantallas de los ordenadores como de los dispositivos móviles, como smartphones o tabletas.
Revisa bien las especificaciones del tema y que aparezca claramente que tenga diseño responsivo. Si no aparece, no lo dudes, olvídate de ese tema.
Lo mismo sucede con el marcado de datos estructurado, que Google utiliza para generar los fragmentos enriquecidos en los resultados de búsqueda.
Comprueba que el marcado de datos estructurados aparezca entre las especificaciones del tema y que tenga buenos comentarios en los foros de soporte del proveedor del tema.
4. Posibilidades de configuración
Cuando instalemos el tema, deberemos configurarlo para darle la estructura y forma que hemos pensado para nuestro sitio web. Si el tema tiene pocas opciones de configuración o son muy limitadas, quizás sea necesario realizar personalizaciones de código, lo que suele ser costoso y requiere profesionales cualificados.
Además de leer las especificaciones del tema, otra forma de evaluar las opciones de configuración de un tema es recorriendo las demos navegables que los proveedores suelen ofrecer y viendo sus posibilidades mientras navegamos.
También podemos utilizar una extensión de Chrome, WPSniffer, que identifica qué tema utilizan las web que estemos navegando. Por ejemplo, podemos usarlo para saber qué temas utiliza nuestra competencia.
5. Compatibilidad con los plugins más conocidos
La mayoría de los temas, especialmente los Premium, suelen indicar con qué plugins, entre los más conocidos, son 100% compatibles.
Normalmente, si optamos por temas y plugins de desarrolladores conocidos, no será habitual que encontremos problemas de compatibilidad.
Sin embargo, hay plugins complejos, como WooCommerce para comercio electrónico o WPML para sitios multilingüe, para los que solo deberíamos considerar temas que aseguren explícitamente ser compatibles con ellos.
6. Soporte técnico, foros, valoración, fecha de creación, descargas...
Los marketplaces de temas suele incluir áreas para el soporte técnico y foros de los usuarios que tienen dudas sobre cada tema. Son un buen lugar para descubrir si un determinado da muchos problemas o comprobar si el proveedor presta una buena atención a los usuarios.
Además, también incluyen información como la valoración que los usuarios hacen de ese tema y el número de descargas, que nos darán una idea del grado de aceptación y popularidad de un tema.
La fecha de creación y última modificación también aporta información relevante: un tema con más de 2 ó 3 años de antigüedad o que no se ha actualizado en los últimos 6 meses puede indicar que el tema empieza a quedarse obsoleto y deberíamos descartarlo.
7. Que incluya un editor visual
Los editores visuales permiten diseñar las páginas web sin necesidad de conocer HTML, hojas de estilos o Javascript, usando solo el ratón para arrastrar y soltar (“drag and drop”) cada elemento de texto o diseño donde queramos que se visualice.
Los temas Premium de gama media-alta suelen incluir editores visuales o son compatibles con plugins con estas características, como el Visual Composer.
De esta forma, no nos limitaremos solo al editor que incorpora WordPress que, aunque bastante eficaz para editar contenido, requiere que utilicemos código HTML o “shortcodes” para añadir funcionalidades adicionales embebidos dentro del texto.
Cómo instalar un tema WordPress
Ahora que hemos elegido un tema que se ajuste a nuestras necesidades y gustos, y que comprendemos la importancia de un buen tema para no jugarnos ni el posicionamiento SEO ni la funcionalidad de nuestro sitio web, llega el momento de instalar el tema en WordPress.
WordPress permite que tengamos más de un tema instalado pero solo un tema puede estar activo cada vez, aunque podemos previsualizar cómo quedaría nuestra web con cada tema e incluso configurarlo.
De esta forma, si ya tuviéramos nuestra web con un tema, podemos instalar otros temas e ir viendo y configurando (mediante la vista previa) estos otros temas para ver cómo queda o sus posibilidades.
Cuando quedemos satisfechos del resultado, tan solo tendremos que activar el nuevo tema en WordPress. Pero si nos estamos satisfechos del resultado final, también podremos volver a activar el tema anterior, aunque posiblemente tengamos que revisar su configuración para asegurarnos que el cambio de tema no lo haya cambiado.
Pero nada mejor que una demostración práctica de cómo hacer todo este proceso de instalación y activación de temas, a través del siguiente vídeo:
Conclusiones
La creación de un sitio web en WordPress requiere la elección e instalación de un tema que determine tanto la apariencia visual y estructura de las páginas web, como la funcionalidad.
A pesar de todo el cambio que un tema puede significar, no solo al propio sitio web, sino en el panel de control (“dashboard”) de WordPress, el proceso de instalación es sumamente fácil y rápido, con una secuencia muy corta de pasos:
- Descargar el fichero comprimido, con extensión ZIP, desde la web del proveedor o del marketplace. Subir el tema a nuestro servidor a través del panel de control de WordPress.
- Revisar el tema dentro de WordPress y configurarlo a nuestro gusto.
- ¡¡Activarlo!!
Y ya podemos navegar por nuestra web con el nuevo tema y tal como lo hayamos configurado.
La elección de un tema no debe tomarse a la ligera, puesto que un tema inadecuado puede afectar negativamente al posicionamiento SEO y a la experiencia de usuario.
Para ello, deberemos hacer un análisis previo de las posibilidades que tenemos a nuestra disposición, que cubre fundamentalmente tres aspectos:
- Cómo queremos que sea el sitio web.
- Qué temas utilizan otros sitios web similares.
- Qué temas existen en los principales marketplaces.
De esta forma, no solo tendremos un tema que encaje con nuestras necesidades y gustos, sino que evitaremos tener que realizar trabajos de personalización adicionales en el futuro debido a que el tema resulta insuficiente para nuestro propósito.